martes, 5 de julio de 2011

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Escribiré versos de medio día y soles de media noche.
Escribiré al alba, escribiré al vespertino cielo cuando baja y muere el día.
Escribiré para estar a tu lado, escribiré para que no me olvides.
Escribiré cuando te vea en la acera de un camino que nos traduzca besos, escribiré cuando pase el temblor.
Escribiré cuando me despiertes.
Escribiré cuando estés dormida, cuando tus ojos cerrados y la noche hayan deseado continuar muertos.
Escribiré cuando te canses y pidas una infusión de yerbas para dormir.
Escribiré cuando pidas tu almohada para abrazarla, escribiré sobre tus brazos, para escalar hasta tu cuello.
Escribiré cientos de veces, para no perder la práctica, escribiré para encontrar tus vínculos en la red.
Escribiré en la arena que mis sueños son esquirlas de diamante para ti.
Escribiré siempre que lata mi pecho, siempre que haya un sentimiento y cada que mi mano acompañe la tuya.
Escribiré para que guardes en tu velo las persianas de tus ojos.
Escribiré hasta que no halle más azulejos en mi habitación, hasta que no viva más la supernova que me espera.
Escribiré cada que lo requieras, escribiré para que te recuestes en mis versos y escribiré cuando tome un barco para bordear la costa buscándote como un faro bien sereno.
Escribiré y la noche lo sabrá.
Escribiré y el cielo te dará la bienvenida.
Escribiré y el día será hoy.
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Creo que escribirás más de lo que pedí, creo que escribirás más de lo que se necesita .
Está bien de más.
Pero mi brazo se duerme y los dedos se hace muy torpes.
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No hay lio
Por eso escribiré.
Por eso el desborde y la overdosis de palabras.
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Parece que de esas palabras tienen luz y vida propia.