Semanas

Llega la semana. Llegan tus formas y llegan tus deseos. Llegan tus lloros, tus tristezas y salen soles del fondo marino para colorear tus horas, sonreirte sutilmente, regalarte las primeras horas del día, consentir el poder incontenible de tus piernas y darte el calido sonido que permanece en las mañanas de los ojos. Sé que odias tus fechas, pero sé que podría mudar un poco o mucho tus desdenes, para llegar hasta tus lugares propios y zonas más resguardadas por tu ser finito, para hacerte sentir nuevas cosas.

Que no sean estas fechas, que sean todas. Que no seas tu, sino que sean tus pensamientos internos. Que no sean los pensamientos ajenos, sino tu. Tú y tú.

Para contarte un trazo más para encontrarte un sonido más, para decirte un poco más, que más que tu delirio constante, trascinde tu amorío coqueto insidente. 

A ti, besos, soles, abrazos, brisas marinas, atardeceres y lindos lazos para colorear tus días y arropar tus noches con mantos estelares.

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