Si tienes tres.
Si tienes tres circulos, en dos colocaría tus ojotes grandotes. Me quedaría en el central para escudriñar los sentires más profundos y saber como accionan las dinámicas propias de tus sistemas.
Encontraría el melanismo que te mantiene con la piel como propiedad indiscutible de tus genes traidos de las entrañas de nuestra montaña y también conocería, esas ganas de bailar al son de las tonadas que serpentean desde la tierra hasta los huesos de tu cadera. En ello, en el explorar de tal mente que me atrae, lo más seguro és que desde aquel circulo mi levedad sea tal que permitas que el sol se pose en tus manos y de ahi en adelante nos quedemos en una simbíosis ineludible.
Una que te haga sentir como la sirena que roba mares en una red hecha de arenas, y también hacerte sentir la chica que insinua besos a los astros como coqueteo sideral que nadie más conocería, sino tu y yo. Todo ello en una mirada y en tu palpitar. Tres segundos, tres circulos y la vida entera.
Ahora si, podrás decir que conoces mis drogas. Aquellas que te escribo.
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